Cáritas Diocesana de Granada, 13 de Abril de 2020
Cáritas hace balance de las acciones llevadas a cabo durante el estado de alarma ante el COVID-19 en la diócesis granadina.
Desde la declaración del estado de alarma, Cáritas ha tenido que adaptar sus acciones y recursos a las necesidades planteadas, tanto en las personas atendidas como en sus voluntarios y trabajadores, conciliando las exigencias de prevención con la necesidad de responder a las necesidades de las personas empobrecidas.
A lo largo de estas últimas semanas, los agentes de Cáritas se han movilizado para seguir atendiendo, dentro de las medidas impuestas, las demandas de personas y familias vulnerables, procurando la coordinación y el trabajo en red con Servicios sociales, Centros de salud, asociaciones de vecinos y otras entidades de acción social de la ciudad y municipios.
Aunque muchos de los servicios de acogida parroquiales han suspendido toda actividad presencial, al ser gestionados por personas mayores pertenecientes a colectivos de riesgo, prácticamente la mayoría ha reforzado las atenciones telefónicas para realizar seguimiento a las familias que acompañan y estar alerta a las necesidades de la zona.
Atención primaria y ayudas de emergencia
Según los datos aportados por la red de acogida de parroquias y servicios diocesanos, desde el inicio del estado de alarma, se han atendido cerca de 600 personas, con una media de 37 llamadas diarias. En muchos de las parroquias se ha detectado un incremento de las personas que acuden a Cáritas en busca de ayuda. Algunas han visto duplicadas las demandas recibidas. Sólo durante este periodo Parroquias como Jesús Obrero o Iznalloz han atendido en torno a 150 personas, cifra muy superior al nº total de personas atendidas a lo largo de todo el año.
Las necesidades más demandadas por las familias han sido alimentación, pago de alquileres y suministros, junto a la solicitud de información de ayudas sociales, recursos y nuevas medidas adoptadas por el gobierno en el ámbito social.
Si bien es cierto que hay parroquias que no han detectado ninguna variación en sus atenciones, advierten desde su conocimiento de la población más vulnerable que, en poco tiempo recibirán llamadas, porque muchas familias están agotando todos sus ahorros durante la cuarentena.
Servicio de lavandería y ropero para personas sin hogar en situación de calle
En coordinación con el Ayuntamiento y personal de protección civil, el Centro de día para Personas Sin Hogar de Cáritas en Motril, está colaborando con la limpieza de ropa de las personas sin hogar en situación de calle alojadas en el pabellón de deportes. Los lunes, miércoles y viernes, se realiza la recogida de ropa y se entrega limpia. Varias Cáritas parroquiales de la localidad de Motril y Almuñécar se han sumado a las donaciones con mantas, gel, maquinillas, espuma de afeitar y sus servicios de ropero.
El ropero diocesano de Cáritas también está suministrado estos días prendas de ropa a las personas sin hogar alojadas en el pabellón Paquillo Fernández de Granada.
Catering para mayores y familias en riesgo de exclusión
El Servicio de Ayuda a domicilio del Centro Polivalente de Mayores “Santa Isabel” ha continuado con el reparto diario de menús a 35 personas mayores de la localidad de Huétor Tájar. Y el servicio de catering del Centro de atención a Mayores y Discapacitados “Oasis” con la entrega diaria de 125 comidas a la Casa de acogida para personas sin hogar de Granada. Un abastecimiento que se ha visto incrementado un 25% en la última semana.
En el marco del programa de catering social, conveniado con la Junta de Andalucía, ambos centros residenciales han repartido almuerzos a familias en riesgo de exclusión, en los municipios de Armilla, Maracena y Loja. Los beneficiarios son familias o personas con escasos recursos económicos y en situación de exclusión social derivadas por Servicios Sociales Comunitarios. En estas últimas semanas se han suministrado 139 comidas diarias, con un incremento del 30%.
Apoyo educativo a menores
El cierre temporal de proyectos y talleres socioeducativos, no ha supuesto un impedimento para el seguimiento escolar de los niños y niñas que participan en el programa de atención socioeducativa «Estamos aquí; somos ciudadanos» de Cáritas Parroquial de Iznalloz. Muchos de los menores no disponen de acceso a internet en sus casas por lo que la comunicación entre el centro educativo y alumnado mediante aplicaciones y plataformas informáticas es prácticamente nula. Gracias al programa se está mediando para que los menores puedan recibir sus tareas por otros medios y resolver posibles dudas académicas mediante vía telefónica.
Al lado de los más vulnerables: mayores en soledad
El proyecto “Cerca de Ti” junto a los equipos parroquiales, han reforzado el acompañamiento telefónico a mayores con 296 llamadas. Luisa Mª Maeso, Directora de Cáritas Diocesana de Granada, ha incidido en la importancia del acompañamiento a las personas mayores “especialmente aquellas que viven solas en sus casas, para que, a pesar de la distancia, se sientan acompañados, y podamos detectar posibles necesidades e informar si fuese necesario, a servicios sociales y centros de salud”.
Incremento de donaciones, suscripciones y empresas colaboradoras
Desde el comienzo del estado de alarma hoteles, restaurantes y productores del sector alimenticio y hortofrutícolas se han puesto en contacto con Cáritas para realizar sendas donaciones en especie. En las últimas semanas la entidad ha experimentado el incremento de donaciones económicas y la elevación de cuotas por parte de sus suscriptores. Así mismo, varias empresas granadinas han decidido contribuir con aportaciones económicas a la campaña de emergencia “Cáritas ante el coronavirus”.
Luisa Mª Maeso destaca la solidaridad y el apoyo recibido por Cáritas Diocesana de Granada en estos días, “la gente está siendo muy generosa. Una vez más los granadinos y granadinas han dado muestra de su carácter solidario”. Y añade además “sin las donaciones no podríamos seguir adelante con nuestra labor”. Maeso subraya la necesidad de hacer acopio ante un nuevo escenario de empobrecimiento, que “exigirá un sobreesfuerzo para poder dar respuesta a las demandas emergentes, con unos recursos económicos adicionales con los que, a día de hoy, la entidad no cuenta. Más aún cuando el principal ingreso de las Cáritas Parroquiales son las colectas y actualmente, a causa del cierre, esos ingresos se van a ver mermados.”